LITURGIA DE LAS HORAS

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Monday, August 14, 2006

S. José Calasanz / Fiesta del Patrocinio

Solemnidad
25 de agosto y 27 de noviembre

EDUCADOR
Y FUNDADOR DE LAS ESCUELAS PÍAS

Nació en Peralta de la Sal, en el reino de Aragón, el año 1557. Terminados felizmente sus estudios, recibió la ordenación sacerdotal y ejerció el ministe­rio en España. Más tarde abrió en Roma las primeras escuelas para instruir a los niños pobres en la piedad y en las letras, y fundó nuestra Orden, aña­dién­dole un cuarto voto de dedicación especial a la educación de los niños. Hubo de soportar muchas penalidades y sufrió también las calumnias de los envidiosos, hasta el punto de que los mismos Papas le otorgaron con razón el título de Nuevo Job. Murió en Roma el año 1648. Pío XII lo proclamó celestial Patrono ante Dios de todas las escuelas populares cristianas del mundo.


PRIMERAS VÍSPERAS

Himno
Las campanas repican vibrantes,
Calasanz, volteando en tu honor,
y los cirios te ofrecen semblantes
en tu altar su poema de amor;
así quieren tus hijos queridos
sobre el son de las torres cantar
y con besos de amantes latidos
ser los cirios que alumbren tu altar.
Gloria y honor, gloria y amor a Calasanz.

Insigne pedagogo
mentor de juventudes,
espejo de virtudes,
del alma estudiantil;
alumbra nuestras mentes,
inflama nuestros pechos,
de amores y ansias hechos y vida juvenil.

Las campanas repican vibrantes.
Calasanz, volteando en tu honor,
y los cirios te ofrecen semblantes
en tu altar su poema de amor;
así quieren tus hijos queridos
sobre el son de las torres cantar
y con besos de amantes latidos
ser los cirios que alumbren tu altar.
Gloria y honor, gloria y amor a Calasanz.

SALMODIA

Antífona 1
Alabad, niños, al Señor, alabad el nombre del Señor.
Salmo 112
Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre:
de la salida del sol hasta su ocaso,
alabado sea el nombre del Señor.

El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos.
¿Quién como el Señor, Dios nuestro,
que se eleva en su trono
y se abaja para mirar
al cielo y a la tierra?

Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo;
a la estéril le da un puesto en la casa,
como madre feliz de hijos.
Antífona
Alabad, niños, al Señor, alabad el nombre del Señor.
Antífona 2
Abrazando a los niños e imponiéndoles las manos, los bendecía.
Salmo 145
Alaba, alma mía, al Señor:
alabaré al Señor mientras viva,
tañeré para mi Dios mientras exista.

No confiéis en los príncipes,
seres de polvo que no pueden salvar;
exhalan el espíritu y vuelven al polvo,
ese día perecen sus planes.

Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob,
el que espera en el Señor, su Dios,
que hizo el cielo y la tierra,
el mar y cuanto hay en él;

que mantiene su fidelidad perpetuamente,
que hace justicia a los oprimidos,
que da pan a los hambrientos.

El Señor liberta a los cautivos,
el Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.

El Señor guarda a los peregrinos,
sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.

El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad.
Antífona
Abrazando a los niños e imponiéndoles las manos, los bendecía.
Antífona 3
Si no volvéis a ser como niños no entraréis en el reino de los cielos.
Cántico Ef. 1, 3 - 10
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.

Él nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos santos
e irreprochables ante él por el amor.

Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido.
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.

Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.

Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
recapitular en Cristo todas las cosas
del cielo y de la tierra.
Antífona
Si no volvéis a ser como niños no entraréis en el reino de los cielos.
Lectura breve 1 Cor 4, 14b - 16
Os llamo la atención como a hijos queridos, porque como cristianos tendréis mil tutores, pero padre no tenéis muchos; como cristianos fui yo quien os engendré a vosotros con el evangelio. Por eso os exhorto a que sigáis mi ejemplo, como sigo yo el de Cristo.

Responsorio breve
R.- Venid, hijos. * escuchadme. Venid
V.- Yo os enseñaré el santo temor de Dios. Escuchadme. Gloria al Padre. Venid

Magníficat
Antífona
Dejad que los niños se acerquen a mí, y no se lo impidáis, porque de ellos es el reino de Dios.

Preces
Alabemos dignamente a Cristo, que vino al mundo para dar testimonio de la verdad, y pidámosle con humildad:
Cristo, escúchanos.
Tu que eres el camino sin el cual nadie llega al Padre,
- haz que la piedad se incremento cada vez mas en la Iglesia.
Cristo, escúchanos.
Tú que eres la verdad que libera a los hombres,
- haz que todos los hombres tengan acceso a la luz de la ciencia humana y de la ciencia divina.
Cristo, escúchanos.
Tú que eres la vida, que deseas comunicar con abundancia a todos,
- haz que los niños encomendados a nuestro cuidado vivan siempre de Ti.
Cristo, escúchanos.
Tú, que eres la fuente de agua viva que brota hasta la vida eterna,
- haz que todos los escolapios caminen por la senda de la santidad.
Cristo, escúchanos.
Tú que otorgas la vida eterna a tus ovejas, para que nadie las arrebate de tu mano,
- ten piedad de nuestros hermanos difuntos, por los que entregaste tu vida.
Cristo, escúchanos.

Padre nuestro

Oración
Señor, Dios nuestro, que has enriquecido a San José de Calasanz con la caridad y la paciencia, para que pudiera entregarse sin descanso a la formación humana y cristiana de los niños; concédenos te rogamos, imitar en su servicio a la verdad al que veneramos hoy como maestro de sabiduría. Por nuestro Señor...

OFICIO DE LECTURA


INVITATORIO

Antífona
Venid, adoremos a Cristo, el Maestro bueno, que desea que los niños se acerquen a él.
Salmo invitatorio

HIMNO
El alma de los niños,
imán de tus amores,
celebra tus favores, José de Calasanz;
y a impulso de cariños,
que son del cielo encanto
ensalza con su canto
tu ciencia y tu piedad.

¨Los niños son tu herencia¨,
te dice Dios un día,
y en él, la Escuela Pía
brotaba sin rival.
De Dios allí los niños
el nombre silabean,
cual aves que gorjean
su trino matinal.

El alma de los niños,
imán de tus amores,
celebra tus favores, José de Calasanz;
y a impulso de cariños,
que son del cielo encanto
ensalza con su canto
tu ciencia y tu piedad.
SALMODIA

Antífona 1

El Señor se adelantó a bendecirme con el éxito, me concedió lo que deseaba mi corazón.

Salmo 20, 2 - 8. 14
¡Señor, el rey se alegra por tu fuerza,
y cuánto goza con tu victoria!
Le has concedido el deseo de su corazón,
no le has negado lo que pedían sus labios.

Te adelantaste a bendecirlo con el éxito,
y has puesto en su cabeza una corona de oro fino.
Te pidió vida, y se la has concedido,
años que se prolongan sin término.

Tu victoria ha engrandecido su fama,
y lo has vestido de honor y majestad.
Le concedes bendiciones incesantes,
lo colmas de gozo en tu presencia:
porque el rey confía en el Señor
y con la gracia del Altísimo no fracasará.

Levántate, Señor, con tu fuerza,
y al son de instrumentos cantaremos tu poder.
Antífona
El Señor se adelantó a bendecirme con el éxito, me concedió lo que deseaba mi corazón.

Antífona 2.
¡Qué magníficas son tus obras, Señor! De la boca de los infantes y de los niños de pecho has sacado alabanza.


Salmo 91, 1
Es bueno dar gracias al Señor
y tañer para tu nombre, oh Altísimo,
proclamar por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad,
con arpas de diez cuerdas y laúdes
sobre arpegios de cítaras:

tus acciones, Señor, son mi alegría
y mi júbilo las obras de tus manos.
¡Qué magníficas son tus obras, Señor,
qué profundos tus designios!.
El ignorante no los entiende
ni el necio se da cuenta.

Aunque germinen como hierba los malvados
y florezcan los malhechores,
serán destruidos para siempre.
Tú, en cambio, Señor,
eres excelso por los siglos.
Antífona
¡Qué magníficas son tus obras, Señor! De la boca de los infantes y de los niños de pecho has sacado alabanza.

Antífona 3.
Tú sólo, Señor, me haces vivir tranquilo, tú que en el aprieto me diste anchura.


Salmo 91, II
Porque tus enemigos, Señor, perecerán,
los malhechores serán dispersados;
pero a mí me das la fuerza de un búfalo
y me unges con aceite nuevo.
Mis ojos despreciarán a mis enemigos,
mis oídos escucharán su derrota.

El justo crecerá como palmera,
se alzará como cedro del Líbano:
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios;

en la vejez seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso;
para proclamar que el Señor es justo,
que en mi Roca no existe la maldad.
Antífona
Tú sólo, Señor, me haces vivir tranquilo, tú que en el aprieto me diste anchura.

VERSÍCULO
V. - El temor del Señor es escuela de sabiduría.
R. - Delante de la gloria va la humildad.

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del Eclesiástico 51, 18 - 33

Siendo aún joven, antes de torcerme, deseé la sabiduría con toda el alma, la busqué desde mi juventud y hasta la muerte la perseguiré; crecía como racimo que madura, y mi corazón gozaba con ella, mis pasos caminaban fielmente siguiendo sus huellas desde joven, presté oído un poco para recibirla, y alcancé doctrina copiosa; su yugo me resultó glorioso, daré gracias al que me enseñó; decidí seguirla fielmente, cuando la alcance no me avergonzaré; mi alma se pegó a ella, y no apartaré de ella el rostro; mi alma saboreó sus frutos, y jamás me apartaré de ella; mi mano abrió sus puertas, la mimaré y la contemplaré; mi alma la siguió fielmente y la poseyó con pureza; con sus consejos conseguí prudencia, por eso no la abandonaré; mis entrañas se conmovían al mirarla, por eso la adquirí como posesión preciosa; el Señor me concedió lo que pedían mis labios, con mi lengua le daré gracias. Vosotros, ignorantes, venid a mí, y habitad en mi escuela. ¿Hasta cuándo os faltará esto y aquello, y se muere de sed vuestra alma? Abrí la boca para hablar de ella: comprad sabiduría de balde.

Responsorio Is 55; 1; Lam 4, 4
R.- Oíd, sedientos todos, acudid por agua, también los que no tenéis dinero, apresuraos, comprad y comed. * Venid, comprad sin dinero y sin necesidad de pagar.
Y.- Los pequeñuelos piden pan, no hay quien se lo reparta. * Venid.

SEGUNDA LECTURA

De los escritos de San José de Calasanz, presbítero.
(Memorial al cardenal M. A. Tonti, 1621: Ephemerides Calasanetianae 36, 9-10, Roma 1967, pp. 473-474; L. Picanyol, Epistolario di S. Guiseppe Calasanzio, 9 volúmenes, edición calasancio, Roma 1951-1956, passim)

Procuremos vivir unidos a Cristo y agradarle sólo a él

Nadie ignora la gran dignidad y mérito que tiene el ministerio de instruir a los niños, principalmente a los pobres, ayudándolos así a conseguir la vida eterna. En efecto, la solicitud por instruirlos, principalmente en la piedad y en la doctrina cristiana, redunda en bien de sus cuerpos y de sus almas, y, por esto, los que a ello se dedican ejercen una función muy parecida al de sus ángeles custodios.

Además, es una gran ayuda para que los adolescentes, de cualquier género o condición, se aparten del mal y se sientan suavemente atraídos e impulsados a la práctica del bien.

La experiencia demuestra que, con esta ayuda, los adolescentes llegan a mejorar de tal modo su conducta, que ya no parecen los mismos de antes. Mientras son adolescentes, son como retoños de plantas que su educador puede inclinar en la dirección que le plazca, mientras que, si se espera a que endurezcan, ya sabemos la gran dificultad o, a veces, la total imposibilidad que supone el doblegarlos.

La adecuada educación de los niños, principalmente de los pobres, no sólo contribuye al aumento de su dignidad humana, sino que es algo que merece la aprobación de todos los miem­bros de la sociedad civil y cristiana: de los padres, que son los primeros en alegrarse de que sus hijos sean conducidos por el buen camino; de los gobernantes, que obtienen así unos súb­ditos honrados y unos buenos ciudadanos; y, sobre todo, de la Iglesia, ya que son introducidos de un modo más eficaz en su multiforme manera de vivir y de obrar, como seguidores de Cristo y testigos del Evangelio.

Los que se comprometen a ejercer con la máxima solicitud esta misión educadora, han de estar dotados de una gran caridad, de una paciencia sin límites y, sobre todo, de una profunda humildad, para que así sean hallados dignos de que el Señor, si se lo piden con humilde afecto, los haga idóneos cooperadores de la verdad, los fortalezca en el cumplimiento de este nobilísimo oficio y les dé finalmente el premio celestial, según aquellas palabras de la Escritura: Los que enseñaron a muchos la justicia brillarán como las estrellas, por toda la eternidad.

Todo esto conseguirán más fácilmente si, fieles a su compromiso perpetuo de servicio, procuran vivir unidos a Cristo y agradarle sólo a él, ya que él ha dicho: Cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis.

Responsorio 1Ts 2, 8; Ga 4, 19
R.- Os teníamos tanto cariño que deseábamos entregaros no sólo el Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas. * Porque os habíais ganado nuestro amor.
Y.- Hijos míos, otra vez me causáis dolores de parto, hasta que Cristo tome forma en vosotros. * Porque os habíais.

ORACIÓN
Señor, Dios nuestro, que has enriquecido a san José de Calasanz con la caridad y la paciencia, para que pudiera entregarse sin descanso a la formación humana y cristiana de los niños, concédenos, te rogamos, imitar en su servicio a al verdad al que veneramos hoy como maestro de sabiduría. Por nuestro Señor Jesucristo...


LAUDES


Himno
El alma de los niños,
imán de tus amores,
celebra tus favores, José de Calasanz;
y a impulso de cariños,
que son del cielo encanto
ensalza con su canto
tu ciencia y tu piedad.

Bendice tus escuelas,
apóstol de la infancia;
conserva la fragancia
del virginal candor;
y logren ante el cielo
tus santas oraciones
guardar los corazones
del vicio y del error.

SALMODIA

Antífona 1
Sed constantes y veréis la salvación del Señor sobre vosotros.


Salmo 62, 2 - 9
El alma sedienta de Dios
Madruga por Dios todo el que rechaza las obras de las tinieblas.

Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.

¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios

Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos.

En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Antífona
Sed constantes y veréis la salvación del Señor sobre vosotros.

Antífona 2
Esperando contra toda esperanza, creyó y fue hecho padre de muchas naciones.


Cántico Dn 3, 57 - 88. 56

Toda la creación alabe al Señor
Alabad al Señor, sus siervos todos (Ap 19, 5)
Criaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.

Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.

Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.

Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.

Lluvia y rocio, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.

Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.

Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.

Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.

Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.

Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.

Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.

Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.

Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.

Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.

Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.

Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.

Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.

Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.

Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.

Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.
Antífona
Esperando contra toda esperanza, creyó y fue hecho padre de muchas naciones.

Antífona 3
Le dio la victoria en la dura batalla, para que supiera que la piedad es más fuerte que nada.


Salmo 149

Alegría de los santos
Los hijos de la Iglesia, nuevo pue­blo de Dios, se alegran en su Rey, Cristo, el Señor (Hesiquio)
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.

Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y citaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.

Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:

para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.

Ejecutar la sentencia, dictada
es un honor para todos sus fieles.
Antífona
Le dio la victoria en la dura batalla, para que supiera que la piedad es más fuerte que nada.

Lectura breve 3 Jn 3 - 4
Muchísimo me alegré cuando llegaron los hermanos y me contaron que sigues fiel a la verdad y que vives de acuerdo con ella. Mi mayor alegría es oír que mis hijos caminan a la luz de la verdad.

RESPONSORIO
R.- En la luz florece toda bondad, honradez y sinceridad. Portaos como hijos de la luz. *En la luz florece.
V.- Antes erais tinieblas. * Portaos como hijos de la luz. Gloria al Padre. * En la luz florece.

BENEDICTUS

Antífona
El que cumpla y enseñe, ése será declarado grande en el Rei­no de Dios.

PRECES

Demos gracias a Cristo, el buen pastor, que entregó la vida por sus ovejas, y supliquémosle diciendo:Apacienta a tu pueblo, Señor.Cristo, que en los santos educadores nos has revelado tu misericordia y tu amor,
- haz que por ellos continúe llegando a los niños tu acción misericordiosa.
Apacienta a tu pueblo, Señor.
Tú que quisiste que los niños se acercaran a Ti,
- bendice nuestro trabajo con ellos, para que logremos llevarlos a Ti.
Apacienta a tu pueblo, Señor.
Tú, que consideras como hecho a Ti lo que se hace al más pequeño de los tuyos,
- enséñanos a descubrirte siempre en nuestros alumnos.
Apacienta a tu pueblo, Señor.
Señor Jesucristo, que has adoctrinado a la Iglesia con la prudencia y el amor de los santos,
- haz que, guiados por nuestros pastores, progresemos en la santidad.
Apacienta a tu pueblo, Señor.

Padre nuestro

Oración
Señor, Dios nuestro, que has enriquecido a San José de Calasanz con la caridad y la paciencia, para que pudiera entregarse sin descanso a la formación humana y cristiana de los niños; concédenos te rogamos, imitar en su servicio a la verdad al que veneramos hoy como maestro de sabiduría. Por nuestro Señor...


SEGUNDAS VÍSPERAS


Himno
Las campanas repican vibrantes,
Calasanz, volteando en tu honor,
y los cirios te ofrecen semblantes
en tu altar su poema de amor;
así quieren tus hijos queridos
sobre el son de las torres cantar
y con besos de amantes latidos
ser los cirios que alumbren tu altar.
Gloria y honor, gloria y amor a Calasanz.

Insigne pedagogo
mentor de juventudes,
espejo de virtudes,
del alma estudiantil;
alumbra nuestras mentes,
inflama nuestros pechos,
de amores y ansias hechos y vida juvenil.

Las campanas repican vibrantes,
Calasanz, volteando en tu honor,
y los cirios te ofrecen semblantes
en tu altar su poema de amor;
así quieren tus hijos queridos
sobre el son de las torres cantar
y con besos de amantes latidos
ser los cirios que alumbren tu altar.
Gloria y honor, gloria y amor a Calasanz.

SALMODIA

Antífona 1.
El que reciba a un pequeñuelo en mi nombre, me recibe a mí.


Salmo 14
Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda
y habitar en tu monte santo?

El que procede honradamente
y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua,

el que no hace mal a su prójimo
ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor,

el que no retracta lo que juró
aun en daño propio,
el que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.

El que así obra nunca fallará.
Antífona
El que reciba a un pequeñuelo en mi nombre, me recibe a mí.

Antífona 2.
El que se humillara, como este pequeñuelo, ése es el mayor en el reino de los cielos.

Salmo 111
Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita.

En su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad es constante, sin falta.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo.

Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos.
El justo jamás vacilará,
su recuerdo será perpetuo.

No temerá las malas noticias,
su corazón está firme en el Señor.
Su corazón está seguro, sin temor,
hasta que vea derrotados a sus enemigos.

Reparte limosna a los pobres;
su caridad es constante, sin falta,
y alzará la frente con dignidad.

El malvado, al verlo, se irritará,
Rechinará los dientes hasta consumirse.
La ambición del malvado fracasará.
Antífona
El que se humillara, como este pequeñuelo, ése es el mayor en el reino de los cielos.

Antífona 3.
El que cumpla y enseñe, ése será declarado grande en el reino de los cielos.


Cántico - Ap 15, 3 - 4
Grandes y maravillosas son tus obras,
Señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos,
¡oh Rey de los siglos!

¿Quién no temerá, Señor,
y glorificará tu nombre?
Porque tú solo eres santo,
porque vendrán todas las naciones
y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiestos.
Antífona 3.
El que cumpla y enseñe, ése será declarado grande en el reino de los cielos.

LECTURA BREVE (Fil 4, 8 – 9)
Por último, hermanos, todo lo que sea verdadero, todo lo res­petable, todo lo justo, todo lo limpio, todo lo estimable, todo lo de buena fama, cualquier virtud o mérito que haya, eso te­nedlo por vuestro; y lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis de mí o en mí, eso llevadlo a la práctica; así el Dios de la paz estará con vosotros.

RESPONSORIO
R.- No amemos con palabras y de boca, sino con obras y de verdad. * Para que seamos cooperadores de la verdad.
V.- Caminemos en la luz, como él está en la luz. * Para que seamos. Gloria al Padre. No amemos.

MAGNIFICAT

Antífona
Dios, que ha sido mi pastor desde el nacimiento hasta hoy, que me ha rescatado de todo mal, bendiga a estos niños y continúe en ellos su nombre.

PRECES

Alabemos dignamente a Cristo, que vino al mundo para dar testimonio de la verdad, y pidámosle con humildad:
Cristo, escúchanos.
Tu que eres el camino sin el cual nadie llega al Padre,
- haz que la piedad se incremento cada vez mas en la Iglesia.
Cristo, escúchanos.
Tú que eres la verdad que libera a los hombres,
- haz que todos los hombres tengan acceso a la luz de la ciencia humana y de la ciencia divina.
Cristo, escúchanos.
Tú que eres la vida, que deseas comunicar con abundancia a todos,
- haz que los niños encomendados a nuestro cuidado vivan siempre de Ti.
Cristo, escúchanos.
Tú, que eres la fuente de agua viva que brota hasta la vida eterna,
- haz que todos los escolapios caminen por la senda de la santidad.
Cristo, escúchanos.
Tú que otorgas la vida eterna a tus ovejas, para que nadie las arrebate de tu mano,
- ten piedad de nuestros hermanos difuntos, por los que entregaste tu vida.
Cristo, escúchanos.

Padre Nuestro

ORACIÓN
Señor, Dios nuestro, que has enriquecido a San José de Calasanz con la caridad y la paciencia, para que pudiera entregarse sin descanso a la formación humana y cristiana de los niños; concédenos te rogamos, imitar en su servicio a la verdad al que veneramos hoy como maestro de sabiduría. Por Jesucristo Nuestro Señor ...

Tuesday, May 02, 2006

Virgen de las Escuelas Pías / Sto. Nombre de la Beata Virgen María





8 de Mayo / 12 de Setiembre
Solemnidad





PRIMERAS VÍSPERAS

Himno

Virgen de las Escuelas Pías
Porque vivimos a tu augusta sombra,
Madre de Dios y de la Escuela Pía,
continuamente el corazón te nombra,
Santa María.

Alma y pilar de la escolapia escuela
donde todos te honramos a porfía,
eres también la mano que consuela
al que confía.

Recuerda que jamás se ha asegurado
que a quien acudió a ti, en la Escuela Pía,
no le hayan gentilmente dispensado
lo que pedía.

Por eso Calasanz te amaba tanto
y en todo su existir, por ti vivía.
Tú fuiste su razón, su dulce encanto,
¡Santa María!
Nombre de la Beata Virgen María
¿A quién debo yo llamar vida mía
sino a ti, Virgen María?

Todos te deben servir,
Virgen y Madre de Dios,
que siempre ruegas por nos
y tú nos haces vivir.

Nunca me verán decir
vida mía,
sino a ti, Virgen María.

Duélete, Virgen, de mí,
mira bien nuestro dolor,
que este mundo pecador
no puede vivir sin ti.
No llamo desque nací
vida mía,
sino a ti, Virgen María.

Tanta fue tu perfección
y de tanto merecer,
que de ti quiso nacer
quien fue nuestra redención.
No hay otra consolación,
vida mía,
sino a ti, Virgen María.

El tesoro divinal
en tu vientre se encerró,
tan precioso, que libró
todo el linaje humanal.
¿A quién quejaré mi mal,
vida mía,
sino a ti, Virgen María?

Tú sellaste nuestra fe
con el sello de la cruz,
tú pariste nuestra luz,
Dios de ti nacido fue.
Nunca jamás llamaré
vida mía,
sino a ti, Virgen María

¡Oh clara virginidad,
fuente de toda virtud,
no ceses de dar salud
a toda la cristiandad!
No pediremos piedad,
vida mía,
sino a ti, Virgen María.
Salmodia

Antífona 1
Virgen de las Escuelas Pías
Dichosa eres, Virgen María, que lleves en tu seno al Creador del universo. Aleluya
Nombre de la BVM
Dichosa eres, Virgen María, que lleves en tu seno al Creador del universo
Salmo 112
Alabad siervos del Señor;
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre:
de la salida del sol hasta su ocaso,
alabado sea el nombre del Señor.

El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos.
¿Quién como el Señor Dios nuestro,
que se eleva en su trono
y se abaja para mirar
al cielo y a la tierra?

Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo;
a la estéril le da un puesto en la casa,
como madre feliz de hijos.
Antífona
Virgen de las Escuelas Pías
Dichosa eres, Virgen María, que llevas en tu seno al Creador del universo. Aleluya
Nombre de la BVM
Dichosa eres, Virgen María, que lleves en tu seno al Creador del universo

Antífona 2
Virgen de las Escuelas Pías
Engendraste al que te creó y permanecerás virgen para siempre. Aleluya
Nombre de la BVM
Engendraste al que te creó y permanecerás virgen para siempre
Salmo 147
Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti;
ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.

Él envía su mensaje a la tierra
y su palabra corre veloz;
manda la nieve como lana,
esparce la escarcha como ceniza;

Hace caer el hielo como migajas
y con el frío congela las aguas;
envía una orden, y se derriten;
sopla su aliento, y corren.

Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así
ni les dio a conocer sus mandatos.
Antífona
Virgen de las Escuelas Pías
Engendraste al que te creó y permanecerás virgen para siempre. Aleluya
Nombre de la BVM
Engendraste al que te creó y permanecerás virgen para siempre

Antífona 3
Virgen de las Escuelas Pías
Tú eres la mujer a quien Dios ha bendecido y por ti hemos recibido el fruto de la vida. Aleluya
Nombre de la BVM
Tú eres la mujer a quien Dios ha bendecido y por ti hemos recibido el fruto de la vida.
Cántico(Ef 1, 3 -10)
Bendito sea Dios,
Padre de Nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.

Él nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos santos
e irreprochables ante él por el amor.

Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.

Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.

El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros
dándonos a conocer el Misterio de su Voluntad.

Este es el plan que había proyectado realizar
por Cristo cuando llegase el momento culminante:
recapitular en Cristo todas las cosas
del ciclo y de la tierra.
Antífona
Virgen de las Escuelas Pías
Tú eres la mujer a quien Dios ha bendecido y por ti hemos recibido el fruto de vida. Aleluya
Nombre de la BVM
Tú eres la mujer a quien Dios ha bendecido y por ti hemos recibido el fruto de la vida.

Lectura breve
Virgen de las Escuelas Pías y Nombre de la BVM (Ga 4. 4)
Cuando se cumplió el tiempo envió Dios a Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la Ley; para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos el ser hijos por adopción.
Responsorio breve
Virgen de las Escuelas Pías y Nombre de la BVM
R.- Después del parto, oh Virgen, has permanecido inviolada. *Aleluya, aleluya.
V.- Madre de Dios, intercede por nosotros, *Aleluya, aleluya. Gloria al Padre.
Magníficat
Antífona
Virgen de las Escuelas Pías y Nombre de la BVM
El Señor ha mirado mi humillación y el Poderoso ha hecho obras grandes por mí. Aleluya.
O bien
Me felicitarán todas las generaciones porque Dios ha mirado la humillación de su esclava. Aleluya
Preces
Virgen de las Escuelas Pías y Nombre de la BVM

Proclamemos las grandezas de Dios Padre todopoderoso que quiso que todas las generaciones felicitaran a María, la madre de su Hijo, y supliquémosle diciendo:
- Que la llena de gracia interceda por nosotros.

O Bien:
- Mira a la llena de gracia y escúchanos.

Oh Dios, admirable siempre en tus obras que has querido que la inmaculada Virgen María participara en cuerpo y alma de la gloria de Jesucristo,
- haz que todos tus hijos deseen y caminen hacia esta misma gloria.

Tú que nos diste a María por madre, concédenos por su mediación, salud a los enfermos, consuelo a los tristes, perdón a los pecadores,
- Y a todos abundancia de salud y de paz

Tú que hiciste de María la llena de gracia,
- concede la abundancia de tu gracia a todos los hombres.

Haz, Señor, que tu Iglesia tenga un solo corazón Y una sola alma por el amor
- y que todos los fieles perseveren unánimes con María la madre de Jesús. en la oración como reina del cielo

Tú que coronaste a María en el cielo,
- haz que los difuntos Puedan alcanzar con todos los santos la felicidad de tu rei­no.

0 bien:

Proclamemos las grandezas de Dios Padre todopoderoso que quiso que todas las generaciones felicitaran a María, la madre su Hijo, y supliquémosle diciendo:
- Que la llena de gracia interceda por nosotros.


0 bien:

- Mira a la llena de gracia y escúchanos.

Tú que hiciste de María la madre de misericordia,
-haz que los que viven en peligro o está: tentados sientan su protección maternal.

Tú que encomendaste a María la misión de madre de familia en el hogar de Jesús y de José,
-haz que por su intercesión toda las madres fomenten en sus hogares el amor y la santidad.

Tú que fortaleciste a María cuando estaba a! pie de la cruz y la llenaste de gozo en la resurrección de su Hijo,
-levanta y robustece la esperanza de los decaídos.

Tú que hiciste que María meditara tus palabras en su corazón y fuera tu esclava fiel
-por su intercesión haz de nosotros siervo fieles y discípulos dóciles de tu Hijo.

Tú que coronaste a María como reina del cielo.
-haz que los difuntos puedan alcanzar¡ con todos los santos la felicidad de tu reino.

Padre nuestro.

Oración
Virgen de las Escuelas Pías
Te pedimos, Señor, que Santa María, Madre de Dios, nos ayude, para que animados con su protección obremos aquello que es justo, bueno y recto, y, al mismo tiempo, nos esfor­cemos por enseñarlo a los demás. Por nuestro Señor Jesucristo.
Nombre de la BVM
Señor Padre nuestro, cuyo hijo, al expirar en el ara de la cruz, quiso que la Virgen María, que había elegido como Madre, fuese también Madre nuestra; concede, propicio, a los que nos acogemos confiadamente a su protección, la gracia de ser confortados invocando su nombre maternal. Por nuestro Señor...


OFICIO DE LECTURA



Invitatorio

Antífona
Virgen de las Escuelas Pías y Nombre de la BVM
Venerando a nuestra Madre, la siem­pre Virgen María, adoremos a su Rijo, nuestro Señor Jesucristo, aleluya.

Himno

Virgen de las Escuelas Pías
Fuisteis, hermosa María,
del Sol divino la Aurora;
sednos Madre y protectora,
Virgen de la Escuela Pía.

Una religión fundasteis
que en la piedad esmerada
siempre es de Vos auxiliada
desde que Vos la dotasteis:
a un nuevo José nombrasteis
por su jefe, Padre y guía.

Vuestro Nombre venerable
José a los niños pronuncia,
vuestra presencia le anuncia
cuánto os ha sido agradable,
y con vuestro aspecto amable,
nos inundáis de alegría.

En vuestros brazos sentado
lleváis a Jesús glorioso, y le decís:
Al piadoso Calasanz, mi siervo amado,
de esos niños rodeado, bendecid en este día.

Y vino la bendición
a Calasanz, y a los niños,
y celestiales cariños
vinieron con profusión,
recibiendo el galardón
de su ardorosa fe pía.

Fuisteis, hermosa María,
del Sol divino la Aurora;
sednos Madre y protectora,
Virgen de la Escuela Pía.
Nombre de la BVM
Pues que tú, Reina del cielo
tanto vales,
da remedio a nuestros males.

Quién podrá tanto alabarte
según es tu merecer;
quién sabrá tan bien loarte
que no le falte saber;
pues que para nos valer tanto vales,
da remedio a nuestros males.
¡Oh madre de Dios y hombre!

Pues que tú, Reina del cielo
tanto vales,
da remedio a nuestros males.

¡Oh concierto de concordia!
tú, que tienes por renombre
madre de misericordia;
pues para quitar discordia
tanto vales,da remedio a nuestros males.

Pues que tú, Reina del cielo
tanto vales,
da remedio a nuestros males.

Tú que estabas ya criada
cuando el mundo se crió;
tú que estabas muy guardada
para quien de ti nació;
pues por ti nos conoció,
si nos vales
fenecerán nuestros males.

Pues que tú, Reina del cielo
tanto vales,
da remedio a nuestros males.

Tú, que eres flor de las flores,
tú, que eres del cielo puerta,
tú, que eres olor de olores,
tú, que das gloria muy cierta;
si de la muerte muy muerta
no nos vales,
no hay remedio a nuestros males.

Pues que tú, Reina del cielo
tanto vales,
da remedio a nuestros males.

Salmodia

Antífona 1.
Virgen de las Escuelas Pías
Oh Virgen Madre de Dios, aquel a quien no puede abarcar el orbe, se encerró en tu seno hecho hombre, aleluya.
Nombre de la BVM
El nombre de María ha sido glorifi¬cado sobre toda la tierra; es luz para el justo y alegría para los sinceros de corazón.
Salmo 23

Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe, y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos.

- ¿Quién puede subir al monte del Señor?
- ¿Quién puede estar en el recinto sacro?

- El hombre de manos inocentes,
y puro corazón,
que no confía en los !dolos
ni jura contra el prójimo en falso.
Ese recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.

- Este es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob.

¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las antiguas compuertas:
va a entrar el Rey de la Gloria.

- ¿Quién es ese Rey de la Gloria?
- El Señor, héroe valeroso;
el Señor, héroe de la guerra.

¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las antiguas compuertas:
va a entrar el Rey de la gloria.

- ¿Quién es ese Rey de la Gloria?
- El Señor, Dios de los Ejércitos:
él es el Rey de la Gloria.
Antífona.
Virgen de las Escuelas Pías
Oh Virgen Madre de Dios, aquel a quien no puede abarcar el orbe, se encerró en tu seno hecho hombre, aleluya.
Nombre de la BVM
El nombre de María ha sido glorifi¬cado sobre toda la tierra; es luz para el justo y alegría para los sinceros de corazón.

Antífona 2.
Virgen de las Escuelas Pías
La verdadera fe en tu Hijo lavó las culpas del mundo, y tú conservaste inviolada tu virginidad, aleluya.
Nombre de la BVM
El nombre de María es nuestro refu¬gio y fortaleza; nuestro auxilio en medio de las tribulaciones que nos afligen.
Salmo 45
Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza,
poderoso defensor en el peligro.

Por eso no tememos aunque tiemble la tierra,
y los montes se desplomen en el mar.

Que hiervan y bramen sus olas,
que sacudan a los montes con su furia:

El Señor de los Ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.

El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios,
el Altísimo consagra su morada.

Teniendo a Dios en medio, no vacila,
Dios la socorre al despuntar la aurora.

Los pueblos se amotinan, los reyes se rebelan:
pero él lanza su trueno y se tambalea la tierra.

El Señor de los Ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.

Venid a ver las obras del Señor,
las maravillas que hace en la tierra:

pone fin a la guerra hasta el extremo del orbe,
rompe los arcos, quiebra las lanzas,
prende fuego a los escudos.

«Rendíos, reconoced que yo soy Dios:
más alto que los pueblos, más alto que la tierra».

El Señor de los Ejércitos esta con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Antífona.
Virgen de las Escuelas Pías
La verdadera fe en tu Hijo lavó las culpas del mundo, y tú conservaste inviolada tu virginidad, aleluya.
Nombre de la BVM
El nombre de María es nuestro refu¬gio y fortaleza; nuestro auxilio en medio de las tribulaciones que nos afligen.
Antífona 3.
Virgen de las Escuelas Pías
Madre de piedad y auxilio te acla­ma el orbe entero; socorre a tus siervos, oh bienaventurada, aleluya.
Nombre de la BVM
Grandes cosas se han dicho de ti, Virgen Inmaculada.
Salmo 86
El la ha cimentado sobre el monte santo:
y el Señor prefiere las puertas de Sión
a todas las moradas de Jacob.

¡Qué pregón tan glorioso para ti,
ciudad de Dios!
«Contaré a Egipto y Babilonia
entre mis fieles;
filisteos, tirios y etíopes han nacido allí».

Se dirá de Sión: «Uno por uno
todos han nacido en ella:
el Altísimo en persona la ha fundado».

El Señor escribirá en el registro de los pueblos:
«Este ha nacido allí».
Y cantarán mientras danzan:
«Todas mis fuentes están en ti».
Antífona
Virgen de las Escuelas Pías
Madre de piedad y auxilio te acla­ma el orbe entero; socorre a tus siervos, oh bienaventurada, aleluya.
Nombre de la BVM
Grandes cosas se han dicho de ti, Virgen Inmaculada.

LECTURAS

Primera Lectura

Virgen de las Escuelas Pías

De los Hechos de los Apóstoles 1, 1 - 14
Se dedicaban a la oración, junto con María, la madre de Jesús
En mi primer libro, querido Teófilo, escribí de todo lo que Jesús fue haciendo y enseñando hasta el día en que dio instrucciones a los após­toles, que había escogido, movido por el Espíritu Santo, y ascendió al cielo. Se les presentó des­pués de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, y, apareciéndoseles durante cuarenta días, les habló del reino de Dios.

Una vez que comían juntos, les recomendó:
«No os alejéis de Jerusalén; aguardad que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que Yo os he hablado. Juan bautizó con agua, den­tro de pocos días vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo».
Ellos lo rodearon preguntándole:

«Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?»

Jesús contestó:
«No os toca a vosotros conocer los tiempos y las fechas que el Padre ha establecido con su autoridad. Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Sama­ria y hasta los confines del mundo».
Dicho esto, lo vieron levantarse, hasta que una nube se lo quitó de la vista. Mientras miraban fijos al cielo, viéndolo ¡irse, se les pre­sentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron:

¨Galileos, ¿qué hacen ahí plantados mirando cielo?. El mismo Jesús que les ha dejado para subir al cielo volverá como le habéis visto marcharse.

Los apóstoles se volvieron a Jerusalén, desde el monte que llaman de los Olivos, que dista de Jerusalén lo que se permite caminar en sábado.

Llegados a casa, subieron a la sala, donde se alojaban: Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago el de Alfeo, Simón el Celotes y Judas el de Santiago.

Todos ellos se dedicaban a la oración en común, junto con algunas mujeres, entre ellas María, la madre de Jesús, y con sus hermanos.

Responsorio
V.-Todos ellos se dedicaban a la oración en común, * Junto con Maria, la madre de Jesús.
R.- Orad movidos por el Espíritu Santo y manteneos así en amor de Dios. * Junto con María.

Nombre de la BVM
Del libro del Apocalipsis (12, 1 - 13, 17)
En su cabeza una corona de doce estrellas
Apareció en el cielo una magnífica señal: una mujer envuelta en el sol, con la luna bajo sus pies y en la cabeza una corona de doce estrellas. Estaba en-cinta, gritaba por los dolo¬res del parto y el tormento de dar a luz.

Apareció en el cielo otra señal: un gran dra¬gón rojo con siete cabezas y diez cuernos, y en las cabezas siete diademas. Su cola barrió la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó a la tierra.

El dragón se quedó delante de la mujer que iba a dar a luz para devorar a su hijo cuando naciera. Ella dio a luz un hijo varón, destinado a regir a todas las naciones con cetro de hierro; pero arrebataron a su hijo y lo llevaron hasta Dios y su trono. La mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar reservado por Dios, para que allí la sustenten mil doscientos sesenta días.

En el cielo se trabó una batalla. Miguel y sus ángeles declararon la guerra al dragón. Lucharon el dragón y sus ángeles, pero no vencieron y desaparecieron del cielo definiti¬vamente; al gran dragón, a la serpiente pri¬mordial que se llama diablo y Satanás y extra¬vía a la tierra entera, lo precipitaron a la tierra y precipitaron a sus ángeles con él.

Oí en el cielo una aclamación:

- Ha sonado la hora de la victoria de nues¬tro Dios, de su poderío y de su reinado, y de la potestad de su Mesías.

Porque han derribado al acusador de nues¬tros hermanos, al que los acusaba día y noche ante nuestro Dios; ellos lo vencieron con la sangre del Cordero y con el testimonio que pronunciaron sin preferir la vida a la muerte.

Regocijaos por eso, cielos, y los que en ellos habitáis.

¡Ay de la tierra y del mar! El diablo bajó contra vosotros rebosando furor, pues sabe que le queda poco tiempo.

Cuando vio el dragón que lo habían arrojado a la tierra, se puso a perse-guir a la mujer que había dado a luz el hijo varón. Despechado el dragón por causa de la mujer, se marchó a hacer la guerra al resto de su descendencia, a los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús.

RESPONSORIO
V.- Apareció en el cielo una magnífica señal: una mujer envuelta en el sol, con la luna bajo sus pies: * Y en la cabeza una corona de doce estrellas.
R.- La Madre de Dios ha sido elevada a los cielos por encima de los coros angé-licos. * Y en la cabeza.


Segunda Lectura

Virgen de las Escuelas Pías
De los escritos del Papa Pablo VI(Exhortación Apostólica «Marialis Cultus, 25»)
En la Virgen María todo está relacionado con Jesucristo
Es sumamente conveniente que los ejerci­cios de piedad a la Virgen María expresen cla­ramente la nota trinitaria y cristológica que les es intrínseca y esencial.

En efecto, el culto cris­tiano es por su naturaleza culto al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo o, como se dice en la Liturgia, al Padre por Cristo en el Espíritu. En esta perspectiva se extiende legítimamente, aunque de modo esencialmente diverso, en primer lugar y de modo singular a la Madre del Señor y después a los Santos, en quienes la Iglesia proclama el Misterio Pascual, porque ellos han sufrido con Cristo y con Él han sido glorificados.

En la Virgen María todo es referido a Cristo y todo depende de Él: en vistas a Él, Dios Padre la eligió desde toda la eternidad como Madre toda santa y la adornó con dones del Espíritu Santo que no fueron concedidos a ningún otro. Ciertamente, la genuina piedad cristiana no ha dejado nunca de poner de relie­ve el vínculo indisoluble y la esencial referen­cia de la Virgen al Salvador Divino.

Sin embargo, parece particularmente conforme con las tendencias espirituales de nuestra época, dominada y absorbida por la, que en las expre­siones de culto a la Virgen se ponga en espe­cial relieve el aspecto cristológico y se haga de manera que éstas reflejen el plan de Dios, el cual preestableció «como único y mismo decreto el origen de María y la encarnación de la divina Sabiduría».

Esto contribuirá induda­blemente a hacer más sólida la piedad hacia la Madre de Jesús y a que esa misma piedad sea un instrumento eficaz para llegar al «pleno conocimiento del Hijo de Dios, hasta alcanzar la medida de la plenitud de Cristo»; por otra parte, contribuirá a incrementar el culto debido a Cristo mismo, porque, según el perenne sen­tir de la Iglesia, confirmado de manera autori­zada en nuestros días, «se atribuye al Señor, lo que se ofrece como servicio a la Esclava; de este modo redunda en favor del Hijo lo que es debido a la Madre, y así recae igualmente sobre el Rey el honor rendido como humilde tributo a la Reina.»
Responsorio
V.- Dichosa eres, santa Virgen María, y digna de toda alabanza:* De ti salió el sol de justicia, Cristo, nuestro Señor, por quien hemos sido salvados y redimidos.
R.- Celebremos con gozo la festividad de la Virgen María.* De ti salió.

Nombre de la BVM
De las homilías de San Bernardo, Abad sobre las excelencias de la Virgen Madre. (De la homilía 2ª sobre el "Missus est" Obras Completas de San Bernardo
Dice el evangelista: Y el nombre de la vir¬gen era María. Digamos también, acerca de este nombre, que significa estrella de la mar, y se adapta a la Virgen Madre con la mayor proporción.

Se compara Maria oportunísimamente a la estrella; porque, así como la estrella despide el rayo de su luz sin corrupción de sí misma, así, sin lesión suya, dio a luz la Virgen a su Hijo. Ni el rayo disminuye a la estrella su claridad, ni el Hijo a la Virgen su integridad.

Ella, pues, es aquella noble estrella nacida de Jacob, cuyos rayos iluminan todo el orbe, cuyo esplendor brilla en las alturas y penetra los abismos; y, alumbrando también a la tierra y calentando más bien los corazones que los cuerpos, fomenta las virtudes y consume los vicios.

Esta misma, repito, es la esclarecida y sin¬gular estrella, elevada por necesarias causas sobre este mar grande y espacioso, brillando en méritos, ilustrando en ejemplos.

¡Oh! cualquiera que seas el que en la impe¬tuosa corriente de este siglo te miras, más antes fluctuar entre borrascas y tempestades, que andar por la tierra, no apartes los ojos del resplandor de esta estrella, si no quieres ser opri-mido de las borrascas.

Si se levantan los vientos de las tentaciones, si tropiezas en los escollos de las tribulacio¬nes, mira a la estrella, llama a María.

Si eres agitado de las ondas de la soberbia, si de la detracción, si de la ambición, si de la emulación, mira a la estrella, llama a María.

Si la ira, o la avaricia, o el deleite carnal impele violentamente la navecilla de tu alma, mira a María.

Si, turbado a la memoria de la enormidad de tus crímenes, confuso a la vista de la feal¬dad de tu conciencia, aterrado a la idea del horror del juicio, comienzas a sumirte en la sima sin fondo de la tristeza, en el abismo de la desesperación, piensa en María.

En los peligros, en las angustias, en las dudas, piensa en María, invoca a María. No se aparte María de tu boca, no se aparte de tu corazón; y para conseguir los sufragios de su intercesión, no te desvíes de los ejemplos de su virtud.

No te descaminarás si la sigues, no desespe¬rarás si le ruegas, no te perderás si en ella piensas. Si ella te tiene de su mano, no caerás; si te protege, nada tendrás que temer; no te fatigarás, si es tu guía; llegarás felizmente al puerto, si ella te ampara; y así, en ti mismo experimentarás con cuánta razón se dijo: Y el nombre de la Virgen era María.

RESPONSORIO
V.- No sé con qué alabanzas ensalzarte, oh santa e inmaculada virginidad. * Porque llevaste en tu seno al que los cielos no pueden abarcar.
R.- Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo. * Porque llevaste.

Himno «Te Deum»

Oración

Virgen Escuelas Pías
Te pedimos, Señor, que Santa María, Madre de Dios, nos ayude, para que animados con su protección obremos aquello que es justo, bueno y recto, y, al mismo tiempo, nos esfor­cemos por enseñarlo a los demás. Por nuestro Señor Jesucristo.
Nombre de la BVM
¡Oh! Dios, cuyo Hijo, al espirar en el ara de la cruz, quiso que la Virgen María, que había ele¬gido como Madre, fuese también Madre nues¬tra; concede, propicio, a los que nos cogemos confiadamente a su protección, la gracia de ser confortados invocando su nombre maternal. Por nuestro Señor...

LAUDES


Himno

Virgen de las Escuelas Pías
Virgen, astro de amores
de la Escuela Pía,
son nuestro norte y guía
tus resplandores.

Ven, ven, oh Madre de la infancia,
y alcánzanos el cielo;
tráenos dulce consuelo
a la grey humilde calasancia.

Tu nombre es, Virgen María,
cual luz que fulgura en lejanía;
que sin ti los pecadores
viven sin hallar bonanza;
que sin ti no hay esperanza,
ni hay fe, ni hay paz, ni hay amores.

Virgen, astro de amores
de la Escuela Pía,
son nuestro norte y guía
tus resplandores.
Nombre de la BVM
Ninguno del ser humano
como vos se pudo ver:
que a otros los dejan caer
y después les dan la mano.

Mas vos Virgen, no caíste
como los otros cayeron,
que siempre la mano os dieron
con que preservada fuiste.

Yo, cien mil veces caído,
os suplico que me deis
la vuestra, y me levantéis
porque no quede perdido.

Y por vuestra Concepción,
que fue de tan gran pureza,
conserva en mi la limpieza
del alma y del corazón,
para que de esta manera
suba con vos a gozar
del que solo puede dar
vida y gloria verdadera.

Antífona 1
Virgen de las Escuelas Pías
Dichosa eres, María, porque de ti vino la salvación del mundo; tú que ahora vives ya en la gloria del Señor, intercede por nosotros ante tu Hijo. Aleluya.
Nombre de la BVM
El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una Virgen desposada con un hombre llamado José; la Virgen se llamaba María.
Salmo 62, 2 - 9
El alma sedienta de Dios
Madruga por Dios todo el que rechaza las obras de las tinieblas.

Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.

¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios

Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos.

En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Antífona
Virgen de las Escuelas Pías
Dichosa eres, María, porque de ti vino la salvación del mundo; tú que ahora vives ya en la gloria del Señor, intercede por nosotros ante tu Hijo. Aleluya
Nombre de la BVM
El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una Virgen desposada con un hombre llamado José; la Virgen se llamaba María.

Antífona 2
Virgen de las Escuelas Pías
¡Tú eres la gloria de Jerusalén, tú la alegría de Israel, tú el orgullo de nuestra raza!. Aleluya
Nombre de la BVM
Bendita tú entre las mujeres y ben¬dito el fruto de tu vientre.
Cántico Dn 3, 57 - 88. 56
Toda la creación alabe al Señor
Alabad al Señor, sus siervos todos
(Ap 19, 5)
Criaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.

Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.

Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.

Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.

Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.

Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.

Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.

Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.

Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.

Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.

Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.

Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.

Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.

Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.

Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.

Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.

Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.

Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.

Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.

Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.

Al final de este cántico no se dice Gloria al Padre.
Antífona
Virgen de las Escuelas Pías
¡Tú eres la gloria de Jerusalén, tú la alegría de Israel, tú el orgullo de nuestra raza!. Aleluya
Nombre de la BVM
Bendita tú entre las mujeres y ben¬dito el fruto de tu vientre.

Antífona 3
Virgen de las Escuelas Pías
¡Alégrate, Virgen María! Tú llevaste en el seno a Cristo, el Salvador. Aleluya
Nombre de la BVM
Grandes cosas se han dicho de ti, Virgen María.

Salmo 149
Alegría de los santos. Los hijos de la Iglesia, nuevo pue­blo de Dios, se alegran en su Rey, Cristo, el Señor (Hesiquio)
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.

Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y citaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.

Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:

para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.

Ejecutar la sentencia, dictada
es un honor para todos sus fieles.
Antífona Virgen de las Escuelas Pías
¡Alégrate, Virgen María! Tú llevaste en el seno a Cristo, el Salvador. Aleluya
Nombre de la BVM
Grandes cosas se han dicho de ti, Virgen María.

Lectura breve Cfr. Is 61, 10
Virgen de las Escuelas Pías
Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios, porque me ha envuelto en su manto de triunfo, como novia que se adorna con sus joyas. Judit 13, 23 y 25
Nombre de la BVM
El Señor, Dios altísimo, te ha bendecido más que a todas las mujeres de la tierra. Jamás la confianza que tú has manifestado faltará en el corazón de los hombres que recuerden la fuerza de Dios eternamente.

Responsorio breve
Virgen de las Escuelas Pías
R.- El Señor la eligió y la predestinó. *Aleluya, aleluya. El Señor.
V.- La hizo morar en su templo santo. *Aleluya, aleluya. Gloria al Padre. El Señor.
Nombre de la BVM
V.- Engrandeced conmigo * el nombre de la Virgen. Engrandeced.
R.- Exaltemos por siempre el nombre de María. * El nombre. Gloria al Padre. Engran¬deced.

Benedictus
AntÍfona
Virgen de las Escuelas Pías
Apareció una figura por­tentosa en el cielo: una mujer vestida del sol, la luna por pedestal, coronada con doce es­trellas.
Nombre de la BVM
De ti, Virgen María, nos ha nacido el sol de justicia, Cristo nuestro Dios, el cual nos ha salvado y redimido.

Preces
Virgen de las Escuelas Pías y Nombre de la BVM

Elevemos nuestras súplicas al Salvador, que quiso nacer de María Virgen, y digámosle:
Que tu madre, Señor, interceda por nosotros.

Sol de justicia, a quien la Virgen Inmacu­lada precedía cual aurora luciente,
- haz que vivamos siempre iluminados por la claridad de tu presencia.

Que tu madre, Señor, interceda por nosotros.

Verbo eterno del Padre, que elegiste a María como arca incorruptible de tu morada,
- líbranos de la corrupción del pecado.

Que tu madre, Señor, interceda por nosotros.

Salvador nuestro que quisiste que tu madre estuviera junto a tu cruz,
- por su intercesión concédenos compartir con alegría tus padecimientos.

Que tu madre, Señor, interceda por nosotros.

Jesús, que colgado de la cruz diste a Juan por madre a María,
- haz que nosotros vivamos también como hijos tuyos.

Que tu madre, Señor, interceda por nosotros.

Buen Jesús, que hiciste a nuestro Padre José de Calasanz ayuda de los pobres y de los huérfanos,
- Concédenos que a su imitación, llenos de caridad y paciencia, cumplamos esforzada­mente el ministerio que nos ha sido enco­mendado.

Que tu madre, Señor, interceda por nosotros.

O bien éstas:

Elevemos nuestras súplicas al Salvador, que quiso nacer de María Virgen, y digámosle:
Que tu Madre, Señor; intercedo por nosotros.

Salvador del mundo, que con la eficacia de tu redención preservaste a tu Madre de toda mancha de pecado,
- líbranos a nosotros de culpa.

Que tu madre, Señor, interceda por nosotros.

Redentor nuestro, que hiciste de la Virgen María tabernáculo purísimo de tu presen­cia y sagrario del Espíritu Santo,
- haz también de nosotros templo de tu Espí­ritu Santo.

Que tu madre, Señor, interceda por nosotros.

Verbo eterno del Padre, que enseñaste a María a escoger la mejor parte,
- ayúdanos a imitarla y a buscar el alimento que perdura hasta la vida eterna.

Que tu madre, Señor, interceda por nosotros.

Cristo el Buen Maestro, que enseñaste la doc­trina de la salvación a tus discípulos y al pueblo,
- haz que seamos para todos cooperadores de la verdad, enseñando principalmente lo que eres Tú.

Que tu madre, Señor, interceda por nosotros.

Rey de reyes, que elevaste contigo al cielo en cuerpo y alma a tu Madre,
- haz que aspiremos siempre a los bienes del cielo.

Que tu madre, Señor, interceda por nosotros.

Señor de cielo y tierra, que has colocado a tu derecha a María reina,
- danos un día el gozo de tener parte en la gloria.

Que tu madre, Señor, interceda por nosotros.

Padre nuestro.

Oración
Virgen de las Escuelas Pías
Te pedimos, Señor, que Santa María, Madre de Dios, nos ayude, para que animados con su protección obremos aquello que es justo, bueno y recto, y, al mismo tiempo, nos esfor­cemos por enseñarlo a los demás. Por nuestro Señor Jesucristo...
Nombre de la BVM
Oh Dios, cuyo Hijo, al expirar en el ara de la cruz, quiso que la Virgen María, que había ele¬gido como Madre, fuese también Madre nues¬tra; concede, propicio, a los que nos cogemos confiadamente a su protección, la gracia de ser confortados invocando su nombre maternal. Por nuestro Señor...

II VÍSPERAS


HIMNO
Virgen de las Escuelas Pías
Desde el trono de marfil
donde reinas, Virgen Pía,
oye el canto que te envía
nuestro pecho juvenil.

Calasanz en oración
con sus pequeños estaba,
cuando abrióse del Edén
la grandiosa portalada
y entre nubes de arrebol
se mostró la Virgen Santa.

Desde el trono de marfil
donde reinas, Virgen Pía,
oye el canto que te envía
nuestro pecho juvenil.
Nombre de la BVM
¿A quién debo yo llamar, vida mía,
sino a ti, Virgen Maria?

Todos te deben servir, Virgen
y Madre de Dios,
que siempre ruegas por nos
y tú nos haces vivir.
Nunca me verán decir, vida mía,
sino a ti, Virgen Maria.

¿A quién debo yo llamar, vida mía,
sino a ti, Virgen Maria?

Duélete, Virgen, de mí,
mira bien nuestro dolor,
que este mundo pecador
no puede vivir sin ti.
No llamo desque nací,
vida mía, sino a ti, Virgen María.

¿A quién debo yo llamar, vida mía,
sino a ti, Virgen Maria?

Tanta fue tu perfección
y de tanto merecer,
que de ti quiso nacer
quien fue nuestra redención.
No hay otra consolación, vida mía,
sino en ti, Virgen María.

¿A quién debo yo llamar, vida mía,
sino a ti, Virgen Maria?

El tesoro divinal
en tu vientre se encerró,
tan precioso, que libró
todo el linaje humanal.
¿A quién quejaré mi mal, vida mía,
sino a ti, Virgen María?

¿A quién debo yo llamar, vida mía,
sino a ti, Virgen Maria?

Tú sellaste nuestra fe
con el sello de la cruz,
tú pariste nuestra luz,
Dios de ti nacido fue.
Nunca jamás llamaré, vida mía,
sino a ti, Virgen María.

¿A quién debo yo llamar, vida mía,
sino a ti, Virgen Maria?

¡Oh! clara virginidad,
fuente de toda virtud,
no ceses de dar salud
a toda la cristiandad
No pediremos piedad, vida mía,
sino a ti, Virgen María.

¿A quién debo yo llamar, vida mía,
sino a ti, Virgen María?

Salmodia

Antífona 1
Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo. Aleluya

Salmo 121

Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor».
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.

Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,

Según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia
en el palacio de David.

Desead la paz a Jerusalén:
«Vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios».

Por mis hermanos y compañeros
voy a decir: «La paz contigo».
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien.


Antífona 1
Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo. Aleluya

Antífona 2
Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. Aleluya

Salmo 126

Si el Señor no construye la casa,
en vano se cansan los albañiles;
si el Señor no guarda la ciudad,
en vano vigilan los centinelas.

Es inútil que madruguéis,
que veléis hasta muy tarde,
que comáis el pan de vuestros sudores:
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen

La herencia que da el Señor son los hijos.
su salario, el fruto del vientre:
son saetas en mano de un guerrero
los hijos de la juventud.

Dichoso el hombre que llena
con ellas su aljaba
no quedará derrotado cuando litigue
con su adversario en la plaza.


Antífona 2
Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. Aleluya

Antífona 3
Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. Aleluya

Cántico (Ef 1, 3 - 10)
Bendito sea Dios,
Padre de Nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales
y celestiales.

El nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos santos
e irreprochables ante él por el amor.

El nos ha destinado en la persona de Cristo.
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.

Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros
dándonos a conocer el Misterio de su Voluntad.

Este es el plan que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
recapitular en Cristo todas las cosas
del cielo y de la tierra.


Antífona 3
Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. Aleluya

Lectura breve Ga 4, 4 - 5
Cuando se cumplió el tiempo envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la Ley para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos el ser hijos por adopción.

Responsorio breve
R.- Alégrate, María, llena de gracia; el Señor está contigo. *Aleluya, aleluya. Alégrate.
V.- ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! *Aleluya, aleluya. Gloria al Padre. Alégrate.

Magnificat.
Antífona
Acudamos confiados a la protección de la Santa Madre de Dios, para que interceda por nosotros ante nuestro Señor Jesucristo, aleluya.

Preces

Proclamemos las grandezas de Dios Padre todopoderoso, que quiso que todas las generaciones felicitaran a María, la madre de su Hijo, y supliquémosle diciendo:
Mira a la llena de gracia y escúchanos

Tú que hiciste de María la Madre de miseri­cordia,
- haz que los que viven en peligro o están tentados sientan su protección maternal.

Mira a la llena de gracia y escúchanos

Tú que enviaste al mundo a Jesús, Hijo de María y el Buen Maestro, para enseñar a los hombres la doctrina de la salvación,
- concédenos que seamos cooperadores de la verdad y anunciemos siempre a Jesús en nuestro magisterio.

Mira a la llena de gracia y escúchanos

Tú que encomendaste a María la misión de madre de familia en el hogar de Jesús y de José,
- haz que por su intercesión todas las madres fomenten en sus bogares el amor y la san­tidad.

Mira a la llena de gracia y escúchanos

Tú que fortaleciste a María cuando estaba al pie de la cruz y la llenaste de gozo en la resurrección de su Rijo,
- levanta y robustece la esperanza de los decaídos.

Mira a la llena de gracia y escúchanos

Tú que hiciste que María meditara tus palabras en su corazón y fuera tu esclava fiel,
- por su intercesión haz de nosotros fieles discípulos de tu Hijo.

Mira a la llena de gracia y escúchanos

Tú que coronaste a María. como reina del cielo,
- haz que los difuntos puedan alcanzar con todos los santos la felicidad de tu reino.

Mira a la llena de gracia y escúchanos


Padre nuestro.


Oración
Te pedimos, Señor, que Santa María, Madre de Dios, nos ayude, para que animados con su protección obremos aquello que es justo, bueno y recto, y, al mismo tiempo, nos esfor­cemos por enseñarlo a los demás.

Saturday, March 04, 2006

BEATO FAUSTINO MIGUEZ, PRESBÍTERO Y EDUCADOR

Día 8 de marzo

FIESTA

Nació en Acebedo del Río (Orense) el año 1831. Ingresó en la Orden de las Escuelas Pías y se dedicó a la educación de los niños y jóvenes. Investigador incansable aplicó las propiedades curativas de las plantas para aliviar y curar la enfermedad. Abierto a las necesidades de su tiempo fundó el Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora para ]a educación integral de la mujer, a la que considera "alma de la familia y de la sociedad". Muere en Getafe en el año 1925.

I VÍSPERAS

Himno

Proclamemos su grandeza,
demos gracias al Señor por Faustino,
por su vida, por su entrega y por su amor.

Gracias te damos, Señor, por tu bondad
Gracias te damos, Señor, guíanos a tu Verdad.

Faustino nos enseñó caminos de santidad
viviendo con la niñez en actitud de humildad.

Gracias te damos, Señor, por tu bondad
Gracias te damos, Señor, guíanos a tu Verdad.
Faustino quiso seguir las huellas de Calasanz
comprometiéndose a ser "cooperador de la verdad".
Gracias te damos, Señor, por tu bondad.
Gracias te damos, Señor, guíanos a tu Verdad.
Faustino buscando a Dios llegó a la ancianidad
sembrando en derredor las "Letras con la Piedad".
Gracias te damos, Señor, por tu bondad
Gracias te damos, Señor, guíanos a tu Verdad.
Faustino nos señaló "senderos de caridad",
para la Iglesia fundó "Sencilla Fraternidad".
Salmodia
Ant. 1.- Alabad a nuestro Dios, todos sus santos. - Salmo 112
Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre:
de la salida del sol hasta su ocaso,
alabado sea el nombre del Señor.
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos.
¿Quién como el Señor, Dios nuestro,
que se eleva en su trono
y se abaja para miraral cielo y a la tierra?
Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo;
a la estéril le da un puesto en la casa,
como madre feliz de hijos.
Ant. 1.- Alabad a nuestro Dios, todos sus santos.
Ant. 2.- Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. - Salmo 145
Alaba, alma mía,
al Señor:alabaré al Señor mientras viva,
tañeré para mi Dios mientras exista.
No confiéis en los príncipes,
seres de polvo que no pueden salvar;
exhalan el espíritu y vuelven al polvo,ese día perecen sus planes.
Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob,
el que espera en el Señor, su Dios,
que hizo el cielo y la tierra,
el mar y cuanto hay en él;
que mantiene su fidelidad perpetuamente,
que hace justicia a los oprimidos,
que da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos,
el Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
El Señor guarda a los peregrinos,
sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad.
Ant. 2.- Dichosos los que tienen hambre sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.
Ant. 3.- Bendito sea Dios, que nos ha elegido para ser santos e inmaculados en el amor. - Cántico Ef. 1, 3 - 10
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
Él nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos santose irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido.
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
recapitular en Cristo todas las cosas
del cielo y de la tierra.
Ant. 3.- Bendito sea Dios, que nos ha elegido para ser santos e inmaculados en el amor.
Lectura Breve - Flp 3, 7 - 8
Todo lo que para mí era ganancia lo consideré pérdida comparado con Cristo; más aún, todo lo estimo pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo perdí todo, y todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo.
Responsorio Breve
R.- El Señor lo amó * Y lo enalteció. El Señor.
V.- Lo revistió con vestidura de gloria. Y lo enalteció. Gloria al Padre. El Señor.
Magnificat
Antífona - Lo asemejaré a un hombre prudente que edificó su casa sobre roca.
Preces
Pidamos a Dios Padre, fuente de toda santidad, que, con la intercesión y el ejemplo de los santos, nos impulse a una vida santa, y digamos: - Seamos santos, porque tú, Señor, eres santo.
Padre santo, que has querido que nos llamemos y seamos hijos tuyos,
- haz que la Iglesia santa, extendida por los confines de la tierra, cante tus grandezas.
Padre santo, que deseas que vivamos de una manera digna, buscando siempre tu beneplácito,
- ayúdanos a dar fruto de buenas obras.
Padre santo, que nos reconciliaste contigo por medio de Cristo,
- guárdanos en tu nombre, para que todos seamos uno.
Padre santo, que nos convocas al banquete de tu reino,
- haz que, comiendo el pan que ha bajado del cielo, alcancemos la perfección del amor.
Padre santo, perdona a los pecadores sus delitos,
- y admite a los difuntos en tu reino, para que puedan contemplar tu rostro.
Padrenuestro
Oración Final
Oh Dios, Padre de Bondad, que suscitaste al Beato Faustino, presbítero, para educar a los jóvenes en la vida cristiana y aliviar a los enfermos pobres, concédenos imitar de tal modo el ejemplo de su vida que logremos ser auténticos discípulos de Cristo, Maestro y Pastor. El que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.Amen
OFICIO DE LECTURAS
Invitatorio
Antífona: - Aclamemos al Señor en esta celebración del beato Faustino Míguez
Himno
Al Señor de la mañana gloria y honor tributamos,
porque con divinas manos tiene a bien el bendecimos.
¡Démosle gracias a Dios poniendo en Él la mirada!
Celebremos en Faustino el don de la vocación:
religioso y fundador; gloria de la Escuela Pía.
¡Oh hijo de Ca]asanz, tú eres modelo y guía!
Con el pobre y el enfermo siempre atento y vigilante;
fue luz para el ignorante, dio a todos alegría.
¡Oh hijo de Calasanz, tú eres modelo y guía!
Caminó abierto al hombre, dejó siempre obrar a Dios,
sólo su gloria buscó en el quehacer de su vida.
¡Oh hijo de Calasanz, tu eres modelo y guía!
Que aprendamos como él a vivir en la piedad,
el estudio y la verdad, es misión de cada día.
¡Oh hijo de Calasanz tú eres modelo y guía!

Salmodia
Ant. 1.- Te pidió vida y se la has concedido, Señor; lo has vestido de honor y majestad. - Salmo 20, 2 - 8. 14
¡Señor, el rey se alegra por tu fuerza,
y cuánto goza con tu victoria!
Le has concedido el deseo de su corazón,
no le has negado lo que pedían sus labios.
Te adelantaste a bendecirlo con el éxito,
y has puesto en su cabeza una corona de oro fino.
Te pidió vida, y se la has concedido,
años que se prolongan sin término.
Tu victoria ha engrandecido su fama,
y lo has vestido de honor y majestad.
Le concedes bendiciones incesantes,
lo colmas de gozo en tu presencia:
porque el rey confía en el Señor
y con la gracia del Altísimo no fracasará.
Levántate, Señor, con tu fuerza,
y al son de instrumentos cantaremos tu poder.
Ant. 1.- Te pidió vida y se la has concedido, Señor lo has vestido de honor y majestad
Ant. 2.- La senda del justo brilla como la aurora, se va esclareciendo hasta que es de día. - Salmo 91, I
Es bueno dar gracias al Señor
y tañer para tu nombre, oh Altísimo,
proclamar por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad,
con arpas de diez cuerdas y laúdes
sobre arpegios de cítaras:
tus acciones, Señor, son mi alegría
y mi júbilo las obras de tus manos.
¡Qué magníficas son tus obras, Señor,
qué profundos tus designios!.
El ignorante no los entiendeni el necio se da cuenta.
Aunque germinen como hierba los malvados
y florezcan los malhechores,
serán destruidos para siempre.Tú, en cambio, Señor,
eres excelso por los siglos.
Ant. 2.- La senda del justo brilla como la aurora, se va esclareciendo hasta que es de día.
Ant. 3.- El justo crecerá como palmera, se alzará como cedro del Líbano. - Salmo 91, II
Porque tus enemigos, Señor, perecerán,
los malhechores serán dispersados;
pero a mí me das la fuerza de un búfalo
y me unges con aceite nuevo.
Mis ojos despreciarán a mis enemigos,
mis oídos escucharán su derrota.
El justo crecerá como palmera,
se alzará como cedro del Líbano:
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios;
en la vejez seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso;
para proclamar que el Señor es justo,
que en mi Roca no existe la maldad.
Ant. 3.- El justo crecerá como palmera, se alzará como cedro del Líbano.
V.- El Señor condujo al justo por sendas llanas.
R.- Le mostró el Reino de Dios.
Primera Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (4, 1 – 24)
A cada uno de nosotros se le ha dado la gracia para la edificación del cuerpo de Cristo.
Hermanos: Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados. Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu, con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo.
A cada uno de nosotros se le ha dado la gracia según la medida del don de Cristo. Por eso dice la Escritura: ¨Subió a lo alto llevando cautivos y dio dones a los hombres¨ Él «subió» supone que había bajado a lo profundo de la tierra; y el que bajó es el mismo que subió por encima de todos los cielos para llenar el universo.
Y él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros, evangelizadores, a otros, pastores y maestros, para el perfeccionamiento de los santos, en función de su ministerio, y para la. edificación del cuerpo de Cristo; hasta que lleguemos todos a la unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud. Para que ya no seamos niños sacudidos por las olas y llevados al retortero por todo viento de doctrina, en la trampa de los hombres, que con astucia conduce al error; sino que, realizando la verdad en el amor, hagamos crecer todas las cosas hacia él, que es la cabeza: Cristo, del cual todo el cuerpo, bien ajustado y unido a través de todo el complejo de junturas que lo nutren, actuando a la medida de cada parte, se procura el crecimiento del cuerpo, para construcción de sí mismo en el amor.
Esto es lo que digo y aseguro en el Señor: que no andéis ya como los gentiles, que andan en la vaciedad de sus criterios, con el pensamiento a oscuras y ajenos a la vida de Dios; esto se debe a la inconsciencia que domina entre ellos por la obstinación de su corazón: perdida toda sensibilidad, se han entregado al vicio, dándose insaciablemente a toda clase de inmoralidad.
Vosotros, en cambio, no es así como habéis aprendido a Cristo, si es que es él a quien habéis oído y en él fuisteis adoctrinados, tal como es la verdad en Cristo Jesús; es decir, a abandonar el anterior modo de vivir, el hombre viejo corrompido por deseos seductores, a renovaros en la mente y en el espíritu y a vestiros de la nueva condición humana, creada a imagen de Dios: justicia y santidad verdaderas.
Responsorio - Mt. 19, 29.27
V.- El que por mi deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, mujer, hijos o tierras, *Recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.
R.- Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar? * Recibirá.
Segunda Lectura - De los escritos del Beato Faustino Miguez de la Encarnación.(Testamento espiritual; CE Cap. XIX; Ep.27)
Nada temáis con tan Buen Conductor; que es el Camino, la Luz, la Verdad y la Vida. Cuanto mayor sea vuestra miseria más brillará su poder. Tened presente que todo os viene de vuestro amantísimo Esposo. Valor que contáis con la gracia de Dios, que es omnipotente, y con la protección de vuestra amantísima Madre, la Divina Pastora.
No aleguéis vuestra flaqueza, que sois de la misma naturaleza que los santos. Si añadís que eran mucho más animosos que vosotras, os diré: porque amaban mucho a Dios. Imitadlos y veréis también que el ánimo crece con el amor. Amar todos podemos y el que más ama más puede, y como el amor todo lo vence, si mucho amáis a Dios, ¿qué no podéis hacer por vuestra santificación, por la honra de vuestro Instituto, por la educación de vuestras alumnas, provecho de la sociedad y gloria de Dios?

Lograréis vuestra santificación amando y sufriendo; amando sin cesar a Dios, como los bienaventurados en el cielo, andando siempre en su presencia; procurando cumplir en todo su santísima voluntad y haciendo aún las cosas insignificantes por su amor y gloria.
Educaréis bien a vuestras alumnas, estimando su valor por el cuidado que de ellas tiene Dios. Admiradas de la dignidad de la alumna que el Señor os confiara, debéis amarla y respetarla al mismo tiempo. Sea dócil o díscola, agradecida o ingrata no dejaréis de conducirla ni de volverla al buen camino si se extraviara. Con maternal cariño os ocuparéis en un empleo, al parecer tan humilde y para Dios tan sublime. Hermanaréis la gravedad de la maestra con el amor y dulzura de una madre, porque las niñas son tan hermanas, como vosotras, del mismo Jesucristo, que las redimió con su preciosa sangre.
Dirigiréis todos vuestros esfuerzos a formar las almas y los corazones de las alumnas para todas las circunstancias de su vida, empapándolas bien en el santo temor de Dios y en el exacto cumplimiento y práctica de todos sus deberes religiosos, domésticos y sociales, para que sean almas dóciles, nobles y agradecidas, hijas de bendición, fieles esposas, madres cristianas y celosos apóstoles en su familia.
Habéis de creeros altamente honradas siempre que os hagáis pequeñas con las pequeñas, recordando que el dulcísimo Jesús acariciaba a los niños y los proponía como espejos de inocencia y sencillez. Vuestra gloria será atraer a las niñas con la mayor suavidad, unción y dulzura, y en trabajar por ellas con un amor sin límites hasta ganarlas para Jesucristo.
El Instituto debe ser para vosotras una antesala del cielo, donde todas sirváis, améis y alabéis sin cesar a Dios, teniendo presente que este Señor no premia el brillo de las obras, sino el fin y el amor con que se hacen. Que no es la que más puede y hace, la que más merece, sino la que más ama y hace lo que puede.
Responsorio - Mt. 5,19; 18,5
R.- El que cumpla y enseñe los mandatos de la Ley de Dios * será grande en el Reino de los Cielos.
V.- Quien acoja a un niño en mi nombre, me acoge a mí. * Será grande en el Reino de los Cielos.
Oración
Oh Dios, Padre de Bondad, que suscitaste al Beato Faustino, presbítero, para educar a los jóvenes en la vida cristiana y aliviar a los enfermos pobres, concédenos imitar de tal modo el ejemplo de su vida que logremos ser auténticos discípulos de Cristo, Maestro y Pastor. El que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.

LAUDES
Himno:
Coro
Proclamemos su grandeza, demos gracias al Señor
por Faustino, por su vida, por su entrega y por su amor.
Estribillo
¡Gracias te damos, Señor; por tu infinita bondad!
¡Gracias te damos, Señor, guíanos a tu Verdad!
Estrofa 1
Faustino nos enseñó caminos de santidad
viviendo con la niñez en actitud de humildad.
Estribillo
¡Gracias te damos, Señor, por tu infinita bondad!
¡Gracias te damos, Señor, guíanos a tu Verdad!
Estrofa 2
Faustino quiso seguir la huella de Calasanz
comprometiéndose a ser "cooperador de la verdad".
Estribillo
¡Gracias te damos, Señor, por tu infinita bondad!
¡Gracias te damos, Señor, guíanos a tu Verdad!
Estrofa 3
Faustino buscando a Dios llegó a la ancianidad
sembrando en derredor las "Letras con la Piedad".
Estribillo
¡Gracias te damos, Señor, por tu infinita bondad!
¡Gracias te damos, Señor, guíanos a tu Verdad!
Estrofa 4
Faustino nos señaló "senderos de caridad";
para la Iglesia fundó "Sencilla Fraternidad".
Estribillo
¡Gracias te damos, Señor, por tu infinita bondad!
¡Gracias te damos, Señor; guíanos a tu Verdad!
Salmodia
Ant. 1.- El Señor les concedió una gloria eterna, y su nombre no será nunca olvidado - Salmo 62, 2 - 9
El alma sedienta de Dios - Madruga por Dios todo el que rechaza las obras de las tinieblas.
Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,y tu diestra me sostiene. - Gloria al Padre.
Ant. 1.- El Señor les concedió una gloria eterna, y su nombre no será nunca olvidado.
Ant. 2.- Siervos del Señor, bendecid al Señor eternamente - Cántico Dn 3, 57 - 88. 56
Toda la creación alabe al Señor - Alabad al Señor, sus siervos todos (Ap 19, 5)
Criaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.
Ant. 2.- Siervos del Señor, bendecid al Señor eternamente.
Ant. 3.- Que tus santos festejen tu gloria y canten jubilosos en filas - Salmo 149
Alegría de los santos - Los hijos de la Iglesia, nuevo pueblo de Dios, se alegran en su Rey, Cristo, el Señor (Hesiquio)
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y citaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:
Para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.
Ejecutar la sentencia, dictada
es un honor para todos sus fieles. - Gloria al Padre.
Ant. 3.- Que tus santos festejen tu gloria y canten jubilosos en filas
Lectura Breve - Rm. 12, 1 – 2.
Os exhorto, hermanos, por la misericordia de Dios, a presentar vuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste es vuestro culto razonable. Y no os ajustéis a este mundo, sino transformaos por la renovación de la mente, para que sepáis discernir lo que es voluntad de Dios, lo bueno, lo que agrada, lo perfecto.
Responsorio Breve
R.- Lleva en su corazón * La ley de su Dios. Lleva ...
V.- Y sus pasos no vacilan. * La ley de su Dios. Gloria al Padre. Lleva ...
Benedictus
Antífona: El que se compadece de su prójimo educa, enseña y guía como pastor a su rebaño.
Preces
Adoremos, hermanos, a Cristo, el Dios santo, y, pidiéndole que nos enseñe a servirle con santidad y justicia en su presencia todos nuestros días, aclamémosle diciendo: - Tú solo eres santo.
Señor Señor Jesús, probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado
- compadécete de nuestras debilidades
Señor Jesús, que a todos nos llamas a la perfección del amor
- danos el progresar por caminos de santidad
Señor Jesús, que quieres que seamos la sal de la tierra y la luz del mundo
- ilumina nuestras vidas con tu propia luz.
Señor Jesús, que viniste al mundo para servir, y no para que te sirvieran
- haz que sepamos servirte a ti y a nuestros hermanos con humildad
Señor Jesús, reflejo de la gloria del Padre e impronta de su ser
- haz que en la gloria contemplemos tu rostro
Padrenuestro
Oración
Oh Dios, Padre de Bondad, que suscitaste al Beato Faustino, presbítero, para educar a los jóvenes en la vida cristiana y aliviar a los enfermos pobres, concédenos imitar de tal modo el ejemplo de su vida que logremos ser auténticos discípulos de Cristo, Maestro y Pastor. El que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén

II VÍSPERAS
Himno
Proclamemos su grandeza,
demos gracias al Señor por Faustino,
por su vida, por su entrega y por su amor.
Gracias te damos, Señor, por tu bondad
Gracias te damos, Señor, guíanos a tu Verdad.
Faustino nos enseñó caminos de santidad
viviendo con la niñez en actitud de humildad.
Gracias te damos, Señor, por tu bondad
Gracias te damos, Señor, guíanos a tu Verdad.
Faustino quiso seguir las huellas de Calasanz
comprometiéndose a ser "cooperador de la verdad".
Gracias te damos, Señor, por tu bondad
Gracias te damos, Señor, guíanos a tu Verdad.
Faustino buscando a Dios llegó a la ancianidad
sembrando en derredor las "Letras con la Piedad".
Gracias te damos, Señor, por tu bondad
Gracias te damos, Señor, guíanos a tu Verdad.
Faustino nos señaló "senderos de caridad",
para la Iglesia fundó "Sencilla Fraternidad".
Salmodia
Ant. 1.- Fue hallado intachable y perfecto; su gloria será eterna. - Salmo 14
Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda
y habitar en tu monte santo?
El que procede honradamente
y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua,
el que no hace mal a su prójimo
ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor,
el que no retracta lo que juró
aún en daño propio,
el que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará.
Ant. 1.- Fue hallado intachable y perfecto; su gloria será eterna.
Ant. 2.- El Señor protege a sus santos y les muestra su amor y su misericordia. - Salmo 111
Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita.
En su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad es constante, sin falta.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo.
Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos.
El justo jamás vacilará,
su recuerdo será perpetuo.
No temerá las malas noticias,
su corazón está firme en el Señor.
Su corazón está seguro, sin temor,
hasta que vea derrotados a sus enemigos.
Reparte limosna a los pobres;
su caridad es constante, sin falta,
y alzará la frente con dignidad.
El malvado, al verlo, se irritará,
rechinará los dientes hasta consumirse.
La ambición del malvado fracasará.
Ant. 2.- El Señor protege a sus santos y les muestra su amor y su misericordia.
Ant. 3.- Los santos cantaban un cántico nuevo ante el trono de Dios y del Cordero, y sus voces llenaban toda la tierra. - Cántico Ap 15, 3 - 4
Grandes y maravillosas son tus obras,
Señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos,
¡oh Rey de los siglos!
¿Quién no temerá, Señor,
y glorificará tu nombre?
Porque tú solo eres santo,
porque vendrán todas las naciones
y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiestos.
Ant. 3. - Los santos cantaban un cántico nuevo ante el trono de Dios y del Cordero, y sus voces llenaban toda la tierra.
Lectura Breve - Rm. 8, 28 - 30.
Sabemos que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien: a los que ha llamado conforme a su designio. A los que había escogido, Dios los predestinó a ser imagen de su Hijo, para que él fuera el primogénito de muchos hermanos. A los que predestinó, los llamó; a los que llamó, los justificó; a los que justificó, los glorificó.
Responsorio Breve
R.- El Señor es justo *Y ama la justicia. El Señor.
V.- Los buenos verán su rostro. *Y ama la justicia. Gloria al Padre. El Señor.
Magníficat
Antífona - Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el reino de Dios
Preces
Pidamos a Dios Padre, fuente de toda santidad, que, con la intercesión y el ejemplo de los santos, nos impulse a una vida santa, y digamos: - Seamos santos, porque tú, Señor, eres santo.
Padre santo, que has querido que nos llamemos y seamos hijos tuyos,
- haz que la Iglesia santa, extendida por los confines de la tierra, cante tus grandezas.
Padre santo, que deseas que vivamos de una manera digna, buscando siempre tu beneplácito,
- ayúdanos a dar fruto de buenas obras.
Padre santo, que nos reconciliaste contigo por medio de Cristo,
- guárdanos en tu nombre, para que todos seamos uno.
Padre santo, que nos convocas al banquete de tu reino,
- haz que, comiendo el pan que ha bajado del cielo, alcancemos la perfección del amor.
Padre santo, perdona a los pecadores sus delitos,
- y admite a los difuntos en tu reino, para que puedan contemplar tu rostro.
Oración
Oh Dios, Padre de Bondad, que suscitaste al Beato Faustino, presbítero, para educar a los jóvenes en la vida cristiana y aliviar a los enfermos pobres, concédenos imitar de tal modo el ejemplo de su vida que logremos ser auténticos discípulos de Cristo, Maestro y Pastor. El que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén